Desde los ’80 que el gobierno chino está planeando crear una ciudad-región que integre a la capital, Beijing, con la provincia de Hebei y la ciudad vecina de Tianjin. Sin embargo, no fue hasta este mes que se confirmó la iniciativa que busca potenciar la economía y descentralizar los servicios.
Según las proyecciones actuales, esta nueva área tendría una superficie seis veces más grandes que Nueva York y acogería una población de 130 millones de habitantes, una cifra que supera con creces la categoría de megalópolis de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para las ciudades en donde viven 10 millones de personas o más.
Sobre los proyectos para esta nueva ciudad-región y más te contamos en este artículo.
El nombre elegido para la nueva megaciudad es Jing-Jin-Ji y proviene de la combinación de los nombres de los lugares que busca complementar: Beijing, Tianjin y Ji en referencia al antiguo nombre de la provincia de Hebei que era Prefectura Ji.
La creación de esta nueva ciudad-región trae consigo ciertas modificaciones administrativas que buscan establecer una Zona de Libre Comercio (ZLC) y descentralizar la oferta de servicios públicos en Beijing. Por esta última razón, el plan comprende que algunas de las oficinas se trasladen desde el centro de Beijing hacia las afueras y que incluso se establezca un nuevo centro de gestión en un suburbio, Tongzhou.
Este traslado también abarca a los mercados mayoristas y los hospitales. En referencia a estos últimos, se estableció que 50 hospitales de Beijing asistirán a los centros de salud de Hebei y que incluso en 2017, uno de ellos, el Hospital Tiantan se cambiará definitivamente de ubicación al suburbio de Fengtai.
Pero si de mudanzas se trata, el anuncio más interesante es el que considera sacar del radio urbano a 1.200 industrias contaminantes.
Con estos cambios, se pretende que cada lugar reciba nuevos rubros y que de esta manera cumpla funciones específicas. Así, por ejemplo, Tianjin se potenciará como una ciudad dedicada a la investigación y a la manufactura, mientras que Pekín, como una capital cultural y tecnológica.
Por último, la provincia de Hebei se podría impulsar como un centro de negocios y de industria textil, un punto que aún no se confirma, pero que iría de la mano de los planes de quitarle su imagen de ciudad-dormitorio mediante una fuerte inversión.
La propuesta de conectividad para esta nueva megaciudad se estructura en base a un tren de alta velocidad que conectaría las tres ciudades en solo una hora, lo que comprende una notable reducción en los tiempos de viaje.
A pesar que el plan puede parecer lo suficientemente ambicioso, el gobierno no solo planea esta nueva megalópolis, sino que pretende que el país tenga un total de 10 durante las próximas décadas.
Fuentes: New York Times, El Economista y China Briefing.
Este artículo fue originalmente publicado en Plataforma Urbana.
